¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
San Juan de la Cruz
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ResponderEliminarHOla Bea, perdona que esta mañana no hablara mucho, pero anoche hubo jaleo y estaban tos sobaos y yo partía con Amparo a desayunar y a acompañarla a la estación...blabla...Un besazo y no te pases de mística que uno se arrodilla y no se levantaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Besacooooos
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