Reconstruir el mundo con pronombres
usar palabras que me sustituyan.
Encontrar una serie limitada
de perlas de sabiduría
que digan siempre y callen a un tiempo
sin que nadie pueda acusar de paso en falso o contradicción.
Aplacar las líneas y los labios
para hacer de la identidad
un cálido refugio
compartido con nadie.
Olvidar entonces el propio nombre
y volver a un origen que solo intuyo.
Nacida de la nada que me llama
acorde la carne con el fin
la anáfora me envuelve y protege
en el fondo de un mar cifrado.
Y poder ser quien quiero
puesto que nada quiero ser.
Diluirme quizás
entonar
un himno de pureza sin tormento.
lunes, 28 de enero de 2008
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5 comentarios:
Nada somos y en nada nos convertiremos.
Buenos versos, amiga: paradójicos, aliteradamente sinceros. Me gustó.
Un cordial saludo.
Antonio Medinilla
Hermosa forma de diluirte... como la bruma que todo lo envuelve.
X
Me desgarra leer unos versos tan siceros sobre aquello que deseamos sin atrevernos. Leerlos me trasladó a la busqueda de del protagonista de Into the wild. Te la recomiendo.
Una sonrisa
"y podre ser quien quiero/puesto que nada quiero ser"
me gustó, en estos tiempos del soy esto, lo oto, tengo otro, lo otro, la disolución y la integridad.
me gustó
desde argentina
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