lunes, 10 de marzo de 2008

El hombre más triste del mundo

Ayer me encontré al hombre más triste del mundo.

Pasó entre la gente hasta alcanzar la esquina de la barra y con un gesto breve pidió un whisky. El camarero se lo sirvió sin apenas mirarlo. La música sonaba alta. A su lado un grupo de gente más joven que él gesticulaba y reía.

El hombre más triste del mundo tenía unos enormes ojos verdes que los pesado párpados no podían esconder. Su rostro era enjuto, tenía la piel gruesa. El rictus de la boca era un garabato.

Estaba absorto el hombre, en su whisky y en su pena. Una extraña luz violácea envolvía su figura. La versión acústica de una vieja canción country lo aislaba todavía más de la masa alegre y ajena a él.


Estaba terminando su copa cuando el hombre más triste del mundo me miró. Su mirada honda y taciturna rompió la barrera que lo rodeaba y se puso en contacto con la mía. Me pareció incluso que sus ojos de agua sonreían de alguna forma (una o dos arrugas se habían desplazado).

Y de repente me sentí aliviada porque yo estaba al otro lado, donde la pena no me tocaba, feliz, acompañada. Y sentí pena de la soledad del hombre más triste del mundo.

7 comentarios:

Fujur dijo...

que tal por afganistan???

curioso el blog! un poco psicodélico no?? ;-)

matías miguel clemente dijo...

Los pelos como escarpias, cada día me sorprendes más. La tristeza de tener las alas demasiado grandes, baudelaires, cernudas, walsers, pessoas todas.

FASB dijo...

¡Gracias, Mat! ¡Eres un sol!

(Y Fujur un dragón)

Madame X dijo...

Que bien escribes, niña... Todos hemos podido ver al hombre más triste del mundo.

Un beso:

X

Don Gato dijo...

Vaya, por un momento pensé que lo traerías del otro lado tan sólo con mirarlo. Un abrazo.

Capri c'est fini dijo...

hummmm precioso retrato, la pena es que hay tanto hombres tristes en este mundo, y la alegría que no los hayas visto tú. Un saludo.

Fetish femina dijo...

Estar a salvo de la tristeza, menuda suerte. ¿Eso quiere decir estar a cubierto del chaparrón de la empatia?

Besos!