lunes, 5 de noviembre de 2007

En el Lola's Café


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como autorretrato esta foto dice mucho. Espejos que seccionan el cuerpo y lo aplastan contra la textura rugosa de la pared; pero lo adornan.
Y el rostro está en el límite que separa la desaparición y la aparición.
Muy muy interesante.

FASB dijo...
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