viernes, 15 de febrero de 2008

Queremos tanto a Julio


El pasado día 12 de Febrero se cumplieron veinticuatro años de la muerte de Julio Cortázar.
Mi relación con Cortázar es ya larga. Lo primero que leí suyo fue el cuentolargo-novelacorta "El persiguidor". Reconozco que entonces no entendí mucho de lo que decía pero el que un saxofonista borracho y genial afirmara que cuando tocaba podía percibir que las cosas tenían "una elasticidad retardada" me impactó totalmente y aún hoy sigue siendo una de las imágenes más fuertes que he recibido vía literatura.
Volví a él unos años más tarde, en una época en la que me era imposible parar de llorar. No solucionó mis problemas leer a Cortázar, ni siquiera lloraba menos. Pero sí me ocurría algo que después no me ha pasado muchas más veces. Cuando por la noche soñaba, las imágenes, las palabras que decía yo o cualquiera que pasara por mi fase rem, eran distintas. No sé explicarlo bien, era como si tuvieran una calidad distinta, similar a la de los relojes de Dalí (probablemente se trate de la elasticidad retardada que él descubrió).
Sea como sea mi historia, la señorita Cure les invita a que, si no lo conocen, intenten alguno de sus magníficos cuentos. Pongo ahora un fragmento de uno de ellos, uno de los que desde el principio más me emocionó (y también años después cuando Isable Coixet lo recoge en La vida sercreta de las palabras).
Perdóneme, la confundí con mamá, tengo tanto frío. Otra vez desviaba la mirada, se volvía a su encono, otra vez me echaba a mí toda la culpa. Lo atendí como si no me diera cuenta de que seguía enojado, me senté junto a él y le mojé los labios con hielo. Cuando me miró, después que le puse agua de colonia en las manos y la frente, me acerqué más y le sonreí. "Llámame Cora", le dije. "Yo sé que no nso entendimos al principio, pero vamos a ser tan buenos amigos, Pablo". Me miraba callado. "Señorita Cora", dijo después, y cerró los ojos. "No, Pablo, no", le pedí, besándolo en la mejilla, muy cerca de la boca. "Yo voy a ser Cora para vos, solamente para vos".
Julio Cortázar, "La señorita Cora", Todos los fuegos el fuego.

11 comentarios:

Capri c'est fini dijo...

Sí, suscribo totalmente el título de la entrada: Queremos tantooo a Julio. A veces es difícil, pero todo es ponerse. Una persona que pudo levantar un monumento como Rayuela se merece todos los homenajes que existan y existirán. Un saludo.

rata perezosa dijo...

Bonita entrada, Cure.

Están los que ven fantasmas, los que no ven más allá de sus narices y los que perciben la elasticidad retardada. Una tipología más para definirnos un poco.

"Dime qué ves o qué percibes y sabré quién eres. O por lo menos será más fácil entendernos."

Bonifacio Sinforoso, "La guerra de Ra".

Fetish femina dijo...

Tengo que volver a leer a Cortázar guíame Cure :D

FASB dijo...

Para mí, de Cortázar lo mejor son los cuentos. Cogería primero su libro de relatos "Todos los fuegos el fuego", donde plantea situaciones realistas y absolutamente cotidianas que de repente se van de las manos y donde entra en juego la fantasía (¿o no?).

Después leería "Bestiario", en el que todos los cuentos presentan dos historias que se cruzan en un momento determinado creando a veces finales ambiguos. Y si aún quedan ganas leería "Final de juego" y "Las armas secretas", en los que aparecen algunos (más) de los relatos más famosos.

Recomiendo la edición de los cuentos completos que hace Círculo de Lectores, la de Alianza me convence mucho menos.

QUe los disfrutes!!!

Fetish femina dijo...

¡Tomo nota!

Una sonrisa

desconvencida dijo...

Me uno a ti y a todos los cronopios adoradores de Cortázar... para mi siempre supone algo nuevo y diferente leer sus relatos, su estilo es inimitable y no se parece a ningún otro...

matías miguel clemente dijo...

Recuerdo cierto homenaje...que flaco favor hicimos a su figura jajajajaj. Un besazo fuerte.

FASB dijo...

Que no? Pero si solo nos faltó marcarnos unos tangos! Lo malo es que se perdió aquella Rayuela en la que todos escribimos... Algún día lo tendremos que repetir.

Besos!

FASB dijo...

Que no? Pero si solo nos faltó marcarnos unos tangos! Lo malo es que se perdió aquella Rayuela en la que todos escribimos... Algún día lo tendremos que repetir.

Besos!

Madame X dijo...

A Cortazar le redescubres cuando dejas pasar unos años y vuelves a releer algunos de sus pasajes. O será que lo que descubres es cómo cambia tu mirada...

Me encantan tus sugerencias.

X

Anónimo dijo...

creo que no se perdió aquella rayuela, la buscaré por casa estoas días.
t